La música es lo segundo más importante en nuestro colectivo; lo primero es la amistad. A este proyecto le debemos muchas cosas, como amigos/hermanos que desde niños soñamos en conspirar más allá del “parche”, Lunary ha sido esa oportunidad de resignificar nuestro vinculo hacia algo más grande. Nos ha permitido crear algo autentico, hecho con el mismo amor que nos tenemos como panas, y desde la pasión que compartimos por la música y la fiesta electrónica. Justamente esto último es lo que buscamos transmitir en cada uno de nuestros eventos.
Nuestro “concepto” es la diversión, la experiencia espontanea de la fiesta y la celebración como forma de liberarse de las presiones del diario vivir. La parranda en su sentido clásico. Así es como nos vivimos esta movie; más allá de “trascender en la música”, nos importa es que se baile y se grite a toda marcha, porque bailar es la reacción más auténtica que tenemos frente a la música que nos gusta, es el reconocimiento intuitivo de que hay algo de nosotros en el DJ, una chimba de virtud que lastimosamente contaminamos con el vicio de darle un título de “bueno” o “malo” a todo. Por eso para nosotros el que más baila es el que más entiende lo que está pasando en el ‘booth’. Quien ha vivido ese momento donde lo gobierna a uno el cansancio y la sobriedad, y aun así no se puede dejar de bailar, sabe de lo que estamos hablando. Lo lindo de militar en el eje, es saber que casi todos compartimos esa euforia espontanea en la pista, queremos creer que es justo eso lo que nos ha llevado a ser una parada obligatoria para DJs de todo el mundo en sus visitas al sur del continente.
Todas las personas que participan directa o indirectamente de Lunary son igual de responsables de que esto siga pasando, es en esa idea donde encontramos un sentido real a la etiqueta de “colectivo”. Si bien el trajín y la incertidumbre hacen de esta labor “un poco” estresante, podemos estar de acuerdo en lo gratificante que resulta ver a las cincuenta o mil sonrisas que se hacen cada vez más visibles en lo que se abren paso por la pista de baile, y ni hablar de cuando son las seis/siete de la mañana y la fiesta se empieza a diluir en las clásicas chirri-charlas en el patio de Tunnel.
Palabras claves: Familia, amigos, parche, lidia, “los prohibidos”, camello con estrés del bueno y mucha música.